Los habitantes de Iquique, transitamos, ocupamos y paseamos por las calles, avenidas y entre el equipamiento urbano de la ciudad. El cambio produce, renovaciones y “acomodos” en su estructura y accesorios públicos. Pero siempre queda algo que no se alteró. Las causas que generan estos “restos”, son por arreglos fiscalizados a medias, indiferencia privada con lo público y también por actividad cotidiana de quienes ocupan esos espacios. En esta observación, estos remanentes por su escasa presencia, los categorizamos como innecesarios. El habitante otras veces “tropieza” con el elemento inútil, también lo ocupa para apoyarse y que soporte cosas o simplemente son referentes de ubicación. Así nos damos cuenta de su existencia y nos preguntamos, ¿Qué es eso?, instando a la interpretación con algo de nostalgia y concluyendo en la crítica.
En la búsqueda de lo olvidado, vemos modificaciones que son poco afortunadas y generan risa por lo absurdo de la apariencia. Entonces el silencio y el olvido se hacen cómplices de lo inútil. Sin querer el elemento, genera metáforas visuales, lúdicas, únicas e inexplicables. El rastro “desaparece y estando” ya no existe. Y sucede lo extraño: el objeto ganándose el respeto, permanece y permanece, hasta que alguien, determine su muerte definitiva.
En esta oportunidad gracias a este proyecto adjudicado y denominado ILUSTRAGENTE Entre la existencia de lo inútil, descubro como poblador de Iquique, el afán de abrir los ojos con lápiz en ristre, para revelar, a través de este sitio web, los resultados de esta experiencia.
Cumpliendo el objetivo de visibilizar estas estructuras, se decidió usar, la certera fotografía y la ilustración con la idea de unir y recrear una realidad.
Así se levanta una reflexión con varias preguntas. ¿En lo inútil hay una aproximación artística?, ¿Es un elemento que se agrega a la peculiaridad cultural de Iquique?, ¿Restos dignos para estudios patrimoniales? o ¿Evidencias de negligencia gubernamental?. Todo puede ser. Dibujar gente, en blanco, gris y negro, sobre las fotografías de los “hallazgos”; nos resulta que entre las luces, colores y sombras en estas estructuras; en su propia temática tienen mucho que contar.
Así se convierten en “imagen-obra”. Se tomaron más de 1.000 fotografías y se encontraron elementos repetidos que obligaron a seleccionar y categorizar).
Son 24 realidades, dispuestas para difusión e influir al estímulo de alumnos, jóvenes y habitantes, a reconocer otros ejemplos. Observando y comprendiendo. Conservando si procede, reformulandos y/o difundiendo, y por último sin necesidad de justificación teórica, valorarlos porque sí y nos entreguen siempre, preguntas sobre nuestra propia existencia.
Gerardo Segovia Rojas